Nuevos estudios confirman que la vacuna BCG podría protegernos del Coronavirus

Plex
4 min readApr 6, 2020

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Tina Franklin, Flickr

Tres nuevos estudios parecen confirmar lo que ya comentamos en nuestro artículo anterior: la vacuna BCG parecería proteger a la población contra el virus SARS-CoV-2 y su enfermedad COVID-19.

La vacuna de la BCG o bacilo de Calmette-Guérin es una vacuna contra la enfermedad de tuberculosis y se administra a los bebés y niños pequeños, usualmente una vez en la vida, pero con opción de redosificación entre una y dos veces en la vida. La BCG puede aumentar la capacidad del sistema inmunitario para combatir distintos patógenos al generar una respuesta inmunológica no específica. Esto ha llevado a que varios países comiencen a realizar pruebas de vacunación entre su personal médico, a los fines de testear la capacidad de la vacuna en combatir al coronavirus.

El primer estudio publicado explicaba cómo los países presentaban menores tasas de mortalidad por millón de habitantes por COVID-19 cuanto más extensa y permanente haya sido su política de vacunación masiva con BCG. Los nuevos tres reportes publicados de manera preliminar parecen confirmar estas conclusiones.

En el artículo titulado “La vacunación por BCG puede proteger contra el COVID-19”, los investigadores Hegarty, Kamat, Zafirakis y DiNardo de la Universidad de Texas en Houston evaluaron a 178 países. Según ellos, los programas nacionales actuales de vacunación con BCG existen en 131 países, 21 países no tienen un programa actual de vacunación nacional con BCG y para 26 países se desconoce el estado. Durante los 15 días anteriores al 24 de marzo, la incidencia de COVID-19 fue de 38.4 casos por millón de habitantes en países con vacunación por BCG en comparación con 358.4 por millón en ausencia de dicho programa. La tasa de mortalidad fue de 4.28 por millón de habitantes en países con programas de BCG en comparación con 40 por millón en países sin dicho programa. De manera preliminar, estiman que los países que reciben una o dos inyecciones de refuerzo de BCG no tuvieron mejores resultados que aquellos con una sola inoculación, aunque la dificultad de incorporar la variación de estas políticas a lo largo del tiempo dificulta asegurar esta conclusión.

Association of BCG vaccination policy with prevalence and mortality of COVID-19 — Giovanni Sala y Tsuyoshi Miyakawa — Universidad Fujita de Salud

En consonancia, los investigadores de la Universidad Fujita de Salud estimaron que la variación de casos y muertes por COVID-19 en 136 países en relación con la política de vacunación de BCG fue de 12.5% ​​y 20.37% respectivamente, disminuyendo en aquellas naciones que mantenían una política de vacunación por BCG. En países con una esperanza de vida superior a 78 años, la cifra de variación fue de 19.78% para casos y 38.39% para muertes. Es importante destacar que este efecto siguió siendo significativo después de controlar las variables por expectativa de vida del país y temperatura promedio en febrero y marzo de 2020. El estudio demuestra que los países que actualmente adoptan los programas universales de vacunación BCG tienen, en comparación con los países que ya no recomiendan la vacuna BCG para todos, un número menor de casos y muertes por cada millón de personas. Los países que nunca han tenido programas universales de vacunación BCG informan incluso más casos y muertes por COVID-19 por millón de habitantes. El estudio plantea la hipótesis de que el efecto protector de la vacuna puede consistir principalmente en una reducción significativa de la propagación del virus en lugar de una disminución de la tasa de mortalidad. También es posible que la vacuna prevenga la progresión de la enfermedad después de la infección.

Differential COVID-19-attributable mortality and BCG vaccine use in countries — Anita Shet, Debashree Ray, Neelika Malavige, Mathuram Santosham y Naor Bar-Zeev — Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg y la Universidad de Sri Jayewardenepura

Un tercer reporte realizado por miembros de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg y la Universidad de Sri Jayewardenepura informó que la mortalidad atribuible a COVID-19 entre los países que usan BCG es 5.8 veces menor [con un nivel de confianza del 95%, pudiendo variar entre 1.8 y 19 veces] que en los países que no usan BCG. Los investigadores seleccionaron países con al menos 100 casos reportados, corrigiendo los valores temporalmente desde el inicio de los reportes de casos. Después de ajustar las variables por el PIB per cápita del país, la proporción de la población de más de 65 años y alinear las trayectorias epidémicas de los países más afectados, la asociación entre el uso de BCG y la reducción de la mortalidad atribuible al COVID-19 permaneció significativa. Sin embargo, el estudio no tiene en cuenta el momento de la introducción de la vacuna BCG en los programas nacionales.

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Psicobiología y Socioeconomía Política para Buenas Prácticas de Gestión Corporativa.